Cómo tratar los síntomas de Parkinson de forma natural: el método girocinético
Terapias alternativas
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Alex Kerten y David Brinn conocen muy bien los desafíos de quienes viven con una enfermedad crónica y nos ofrecen una solución realista.
El libro "Adiós al Parkinson" es claro, simple e intenso, y es un valioso apoyo para los afectados por el Parkinson y para quienes los cuidan.
Alex Kerten ha estudiado, en el curso de su larga experiencia, un método llamado "girocinético" capaz de establecer una nueva visión de uno mismo en las personas con enfermedad de Parkinson, y gracias a los ejercicios combinados con música y artes motoras, también una nueva percepción del propio cuerpo y la forma en que tiene que moverse.
Redacción Macro Ediciones
Lo primero que nos enseña el libro de Alex Kerten es que todos los que son diagnosticados con la enfermedad de Parkinson siguen siendo personas sanas... incluso con Parkinson.
El método de Alex - el método girocinético - es un enfoque proactivo para esta condición. El paciente no es la víctima, pero aprende a ver su cuerpo desde otra perspectiva, dándose cuenta de que todavía es posible recuperar el equilibrio, la movilidad y, más simplemente, su vida.
El método de Alex - el método girocinético - es un enfoque proactivo para esta condición. El paciente no es la víctima, pero aprende a ver su cuerpo desde otra perspectiva, dándose cuenta de que todavía es posible recuperar el equilibrio, la movilidad y, más simplemente, su vida.
La alternativa a la enfermedad
Hay una alternativa a la actitud del miedo, y es el camino que nos permite ver la verdad. No tenemos que seguir ese guión que nos obliga a entrar en las formas corporales del Parkinson. En cambio, podemos aprender a romper los malos hábitos que se han formado con el tiempo.
Esto significa empezar a aprender cómo sentirnos mejor, conocer el ritmo y el patrón de nuestro cuerpo y prestar atención al lenguaje corporal y las expresiones faciales. Al cambiar el guión y eliminar la actitud de miedo, podemos regresar a un lugar donde nuestros movimientos naturales dominan los movimientos del Parkinson.
Incluso si es más fácil comportarse como una persona enferma que como un guerrero sano, con dedicación y la actitud correcta, podemos superar la actitud crónica habitual. Podemos lograr un nuevo equilibrio al tomar conciencia de nuestro lenguaje corporal y la forma en que se expresa. Podemos, debemos asumir la responsabilidad y tener un poco de fe en nosotros mismos. Somos nosotros quienes nos conocemos mejor que nadie, sin embargo, no siempre sabemos que tenemos esta habilidad, no siempre somos conscientes de saber cómo "hacer que nuestro cuerpo funcione" utilizando el arte del movimiento.
El movimiento y los ritmos del cuerpo son el secreto para sentirse bien y son los elementos básicos de la vida. El movimiento lo es todo, para bien o para mal. Una vez que nos damos cuenta, podemos cambiar nuestra relación con el médico: ya no seremos el paciente desesperado que busca una cura milagrosa, sino que seremos una persona que tiene el control de la situación y que necesita ayuda. En ese momento, los medicamentos que le recetará su médico serán efectivos y beneficiosos.
Esto significa empezar a aprender cómo sentirnos mejor, conocer el ritmo y el patrón de nuestro cuerpo y prestar atención al lenguaje corporal y las expresiones faciales. Al cambiar el guión y eliminar la actitud de miedo, podemos regresar a un lugar donde nuestros movimientos naturales dominan los movimientos del Parkinson.
Incluso si es más fácil comportarse como una persona enferma que como un guerrero sano, con dedicación y la actitud correcta, podemos superar la actitud crónica habitual. Podemos lograr un nuevo equilibrio al tomar conciencia de nuestro lenguaje corporal y la forma en que se expresa. Podemos, debemos asumir la responsabilidad y tener un poco de fe en nosotros mismos. Somos nosotros quienes nos conocemos mejor que nadie, sin embargo, no siempre sabemos que tenemos esta habilidad, no siempre somos conscientes de saber cómo "hacer que nuestro cuerpo funcione" utilizando el arte del movimiento.
El movimiento y los ritmos del cuerpo son el secreto para sentirse bien y son los elementos básicos de la vida. El movimiento lo es todo, para bien o para mal. Una vez que nos damos cuenta, podemos cambiar nuestra relación con el médico: ya no seremos el paciente desesperado que busca una cura milagrosa, sino que seremos una persona que tiene el control de la situación y que necesita ayuda. En ese momento, los medicamentos que le recetará su médico serán efectivos y beneficiosos.
Bailando libremente: por qué es importante
El baile es expresión de movimiento improvisado. Hay una gran diferencia entre la música clásica y el jazz. Una pieza clásica está escrita y tocada de la misma manera año tras año. Con el jazz, nunca se consigue tocar una pieza de la misma manera dos veces, siempre es diferente. Lo mismo ocurre con la danza libre.
La vida es, de hecho, un gran baile y el baile libre es la vida. Se baila con cada acción y reacción de la propia vida y el baile va a cambiar de acuerdo a las situaciones a las que uno se enfrenta. Bailar y actuar van de la mano, así que básicamente bailamos todo el tiempo, sin darnos cuenta, ya sea mientras esperamos en una fila en el cine o cuando nos encontramos con un empleado del banco para obtener un préstamo. Todo es baile y todo es actuación.
Cuando bailamos, en realidad estamos cambiando la forma del cuerpo.
Lo que realmente tiene efectos positivos es la danza libre, seguir la música y crear una obra de arte con el movimiento. Con la danza libre se adquiere un gran repertorio de movimientos que desarrolla la capacidad de entrar y salir de ciertas situaciones. Esto amplia las capacidades del cuerpo, le hará más ágil, le ayudará a encontrar su ritmo y recuperar el equilibrio. ¡Y será maravilloso!
Ponoemos cualquier tipo de música, ya sea con un ritmo rápido o relajante, y empezamos a movernos. El secreto es involucrar a todo el cuerpo en el movimiento. No es tan importante cómo nos expresamos, pero es importante hacerlo.
Sin darnos cuenta, notamos cómo todos los movimientos están conectados, desde los pies hasta las piernas, hasta las nalgas, el abdomen, las manos y las expresiones faciales. Ahora percebimos lo que ocurre en las vértebras, en los omóplatos, cómo se están liberando y cómo están cambiando de forma. Vamos a las raíces, a los cimientos. ¡Séamos conscientes de ello! Esto es bailar.
Y de repente comenzaremos a hacerlo automáticamente, sin pensar. Cuando soltamos todo y entramos en el pleno de los movimientos y expresión, el cuerpo toma la iniciativa y no hará falta pensar.
Luego, después de unos minutos, ponemos una música distinta. Cuando cambia el tono y el ritmo de la música, aquí comienzan a cambiar también los movimientos del cuerpo y notaremos nuevos matices expresivos. Nos dejamos abrumar por la canción y el cantante traduciendo la música en los movimientos y aventurandonos en combinar movimientos. Nos familiarizamos con los diferentes ritmos y entramos en ellos, no solo siguiendo el ritmo, sino también de una manera no rítmica, podemos expresarnos como lo deseamos.
Usamos una combinación de diferentes ritmos para crear distintas posibles formas del cuerpo. Bailar de manera libre significa pasar de una forma corporal a otra, de un ritmo a otro, de un estado a otro, significa cambiar los latidos del corazón y la respiración. Vamos a cambiar el estado de ánimo y el lenguaje corporal.
Lo que se aprende del baile libre es que no hay que quedarse en el mismo lugar. Podemos bailar y movernos de diferentes maneras. Escuchar al cuerpo, el ritmo, la respiración, dar vistazo a lo que reflejan nuestros ojos.
Y cuando cambiamos de baile, incluso los ojos cambian. Podemos cambiar la tristeza, cambiar mientras bailamos. Podemos poner tristeza, felicidad, confianza, enojo en el baile y, junto con ellos, también llegará la comprensión de las diferentes formas corporales que llevan consigo. Entonces podemos decidir cómo queremos bailar nuestra Vida.
La vida es, de hecho, un gran baile y el baile libre es la vida. Se baila con cada acción y reacción de la propia vida y el baile va a cambiar de acuerdo a las situaciones a las que uno se enfrenta. Bailar y actuar van de la mano, así que básicamente bailamos todo el tiempo, sin darnos cuenta, ya sea mientras esperamos en una fila en el cine o cuando nos encontramos con un empleado del banco para obtener un préstamo. Todo es baile y todo es actuación.
Cuando bailamos, en realidad estamos cambiando la forma del cuerpo.
Lo que realmente tiene efectos positivos es la danza libre, seguir la música y crear una obra de arte con el movimiento. Con la danza libre se adquiere un gran repertorio de movimientos que desarrolla la capacidad de entrar y salir de ciertas situaciones. Esto amplia las capacidades del cuerpo, le hará más ágil, le ayudará a encontrar su ritmo y recuperar el equilibrio. ¡Y será maravilloso!
Ponoemos cualquier tipo de música, ya sea con un ritmo rápido o relajante, y empezamos a movernos. El secreto es involucrar a todo el cuerpo en el movimiento. No es tan importante cómo nos expresamos, pero es importante hacerlo.
Sin darnos cuenta, notamos cómo todos los movimientos están conectados, desde los pies hasta las piernas, hasta las nalgas, el abdomen, las manos y las expresiones faciales. Ahora percebimos lo que ocurre en las vértebras, en los omóplatos, cómo se están liberando y cómo están cambiando de forma. Vamos a las raíces, a los cimientos. ¡Séamos conscientes de ello! Esto es bailar.
Y de repente comenzaremos a hacerlo automáticamente, sin pensar. Cuando soltamos todo y entramos en el pleno de los movimientos y expresión, el cuerpo toma la iniciativa y no hará falta pensar.
Luego, después de unos minutos, ponemos una música distinta. Cuando cambia el tono y el ritmo de la música, aquí comienzan a cambiar también los movimientos del cuerpo y notaremos nuevos matices expresivos. Nos dejamos abrumar por la canción y el cantante traduciendo la música en los movimientos y aventurandonos en combinar movimientos. Nos familiarizamos con los diferentes ritmos y entramos en ellos, no solo siguiendo el ritmo, sino también de una manera no rítmica, podemos expresarnos como lo deseamos.
Usamos una combinación de diferentes ritmos para crear distintas posibles formas del cuerpo. Bailar de manera libre significa pasar de una forma corporal a otra, de un ritmo a otro, de un estado a otro, significa cambiar los latidos del corazón y la respiración. Vamos a cambiar el estado de ánimo y el lenguaje corporal.
Lo que se aprende del baile libre es que no hay que quedarse en el mismo lugar. Podemos bailar y movernos de diferentes maneras. Escuchar al cuerpo, el ritmo, la respiración, dar vistazo a lo que reflejan nuestros ojos.
Y cuando cambiamos de baile, incluso los ojos cambian. Podemos cambiar la tristeza, cambiar mientras bailamos. Podemos poner tristeza, felicidad, confianza, enojo en el baile y, junto con ellos, también llegará la comprensión de las diferentes formas corporales que llevan consigo. Entonces podemos decidir cómo queremos bailar nuestra Vida.
Cambia tu baile y cambiarás el espíritu.
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Adiós al Parkinson, vuelta a la Vida
Un método para eliminar los síntomas y recuperar la salud
Redacción Macro Ediciones
La Redacción Macro Ediciones se encarga de comunicar novedades, anticipaciones, curiosidades y eventos relacionados con el mundo Macro. Los... Leer la biografía
La Redacción Macro Ediciones se encarga de comunicar novedades, anticipaciones, curiosidades y eventos relacionados con el mundo Macro. Los artículos divulgan las temáticas que Macro publica con pasión: lo mejor para el bienestar de Cuerpo, Mente y Espíritu contado por quienes ven nacer los bestseller del futuro. La redacción Macro se... Leer la biografía
